Su cuerpo es de un azulado oscuro y tiene el rabo rojo (el que le da su nombre). Son bastante útiles ayudando en la manutención del acuario, porque son ellos que se encargan de comer las algas que se pegan a las paredes.
Pueden alcanzar los 15 cm; la hembra presenta un porte notablemente más robusto.
Son peces inofensivos hacia las otras especies y su reproducción es muy difícil de se lograr en ambientes domésticos.
La temperatura ideal del agua para estos se sitúa entre los 22ºc y los 26ºc. se recomienda un acuario poco iluminado
LA VIDA MARÍTIMA - PECES
Sumisos, tímidos, casi distraídos, a veces huidizos, siempre hermosos; los peces son los animales más bellos del fondo del mar. Ellos dan vida y movimiento a las profundas y oscuras aguas.
lunes, 14 de junio de 2010
Anchoa

Las anchoas se preparan con un pez teleósteo llamado Boquerón muy parecido a la sardina, pero de menor tamaño; su cuerpo es chato y plateado con escamas pequeñas y es abundante en el Mediterráneo y Océano Atlántico. La anchoa se obtiene del tratamiento de salazón del boquerón.
El boquerón se pasa todo el invierno en grandes profundidades, pero en los
meses de la primavera y el verano ascienden para reproducirse. Por esta razón
la temporada de pesca comienza en junio. En España se eligen los meses de marzo, abril , mayo y junio por que es el momento que los boquerones tienen mayor cantidad
de grasa.
La anchoa o boquerón es muy apreciada en la cocina mediterránea,
aporta un fuerte aroma; su grasa y sabrosa carne. Y ni hablar cuando esta en
conserva sumergida en aceite de oliva virgen extra, la tentación de un pan remojado
en aceite con un boquerón por encima resulta irresistible. Las anchoas se siguen preparando artesanalmente y deben tener un color amorronado algo rojizo, su consistencia tiene que ser flexible y en el aroma que despide la lata debe haber un equilibrio entre el boquerón y el aceite.
Importante: las anchoas son envasadas en latas o tarros de cristal sin esterilizar siendo una semiconserva. Debe mantenerse en la nevera para lograr su conservación, a una temperatura promedio de 5º.
Pez Globo

Uno de los habitantes marinos con peor carácter es el pez globo. Perteneciente a la familia de los Tetraodontidae, este enigmático pez es temido, a la par que admirado, por su capacidad de hincharse como una pelota en los momentos en los que se siente atacado por algún depredador. Este sistema de defensa se completa con el empleo de una sustancia extremadamente venenosa que invita a no tomar a la ligera lo que, a simple vista, parece un pequeño animal de lo más inofensivo.
Actualmente se está estudiando la posibilidad de utilizar el veneno del respetable pez globo como analgésico en pacientes con cáncer terminal. De hecho, en las pruebas realizadas en laboratorios, casi el 75% de los pacientes experimentaron buenos resultados gracias a medicamento formulados a partir de esta toxina.
Pez Platy (dómestico)

Descripción y origen: Denominado antiguamente Platypoecilus maculatus, este popularísimo pez de acuario, del que se conocen innumerables razas y variedades, tiene silueta ovalada y aspecto rechoncho, con dimorfismo sexual localizado en la forma de la aleta anal, normal en las hembras y transformada en ‘tubito’ o gonópodo en los machos adultos, como es típico de la familia de los Pecílidos. El cuerpo, comprimido lateralmente puede alcanzar 4 ó 5 cm de longitud, en los machos, y algo más, en las hembras. La coloración es tan variada según las formas y variedades obtenidas en cautividad, que existen tratados completos dedicados a la especie y casi todos los años encontramos tipos diferentes en los comercios de animales domésticos. Una de las formas más tradicionales es la del platy rojo, que ostenta una bella librea uniforme de color púrpura. La variedad ‘luna’ es de color base amarillo anaranjado con vientre plateado y manchas distales de otros colores, sobre todo rojos. El tipo berlín ‘naranja’ con grandes zonas negras, el negro de tono básico muy oscuro con reflejos metálicos verde-azulados, y las aletas y el hocico, amarillos. El verde de color oliváceo con reflejos dorados y una lista casi interminable de formas y coloridos. Proviene de charcas y cursos lentos de agua semisalobre o dulce de ciertas áreas de Méjico como, por ejemplo, la península de Yucatán, en donde viven en grandes cardúmenes.
Longevidad: Tres-cuatro años.
Alojamiento: Pueden vivir en pequeños recipientes de 30 litros de capacidad, en grupos de varios ejemplares, pero prefieren acuarios de 60 a 90 litros como mínimo, con una capa de suelo areno-limoso, muy densamente plantados en fondo y rincones, con un amplio anfiteatro donde evolucionan libremente. El agua más idónea ha de ser francamente alcalina pH = 7,4-8,4 de dureza media alta 15-21 DH y atemperada entre 20-26 C. Necesitan iluminación intensa, que llegará apenas al fondo tamizada por los vegetales sumergidos y una capa variable de plantas flotantes: riccia, salvinia y ‘ceratopteris’. Conviene disolver un gramo de sal gorda por cada litro de agua.
Alimentación: Omnívora, puede estar constituida básicamente por alimento seco en copos o escamas de buena calidad y complementarse con dieta vegetal y presas vivas: dafnias, artemia, larvas de mosca del vinagre y de mosquito, tubifex, etc.
Carácter y comportamiento: Tranquilos, apacibles, muy sociables, pueden convivir con especies de parecido talante y necesidades similares en grandes acuarios ornamentales.
Cuidados diarios: Vigilancia de las constantes y suministro de alimento variado. Ha de cuidarse muy especialmente que el pH del medio permanezca ‘alcalino’.
Reproducción: Como en otras especies ‘vivíparas’, conviene aislar el macho más espléndido con cuatro o cinco hembras. Cuando se observe la ‘gravidez’, se separa a la futura madre en un pequeño acuario de 20-25 litros ‘atiborrado’ de plantas sumergidas y de superficie. Tras el ‘parto’, de 30 a 100 alevines, según los casos, se retira a la hembra, devolviéndola con el grupo de cría. Los alevines se alimentan de nauplius de artemia y comida seca en polvo, creciendo rápidamente .
Enfermedades: Muy sensibles a los cambios del medio: enfriamientos del agua, aumento de la acidez, etc., pueden presentar incluso ’stress’ irreversibles.
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